martes, 23 de agosto de 2016

Sororidad y Respeto



Sororidad, precioso concepto, traducción del inglés "sisterhood" que viene a decir (resumiendo) que ya podríamos las mujeres dejar de fastidiarnos y ayudarnos un poquito más. No podría estar más de acuerdo, parece que últimamente se está removiendo mucho el movimiento feminista y la lucha contra el patriarcado, y yo personalmente cada día me doy cuenta de más cosas que tienen que ver con la crianza y con el machismo, cómo desde pequeñas nos enseñan a criticarnos entre nosotras y a alabar a los hombres y a depender de ellos.
No quiero hablar en este post de sexismo en la infancia ni de actitudes machistas con l@s niñ@s porque creo que es algo que merece un post entero, pero si me gustaría hablar de como, envolviéndose en el velo de la sororidad y la supuesta "lucha entre madres", algun@s (así como ente abstracto en general y como casas comerciales en particular), acaban sacando tajada del asunto.
Me estoy refiriendo a esta supuesta "guerra" permanente que hay entre "malas madres" y "buenas madres", que de vez en cuando se apacigua porque se hace algún comercial o vídeo que corre como la pólvora en internet que viene a decir "venga chicas, dejad de pelearos, que todas lo estáis haciendo bien y todas sois unas madres estupendas". Generalmente estos vídeos los hacen casas comerciales (muchos de leche de fórmula o de guarrerias "alimentarias", sorpresa!), pues mire no oiga, no hay ninguna madre que lo haga constantemente todo bien, ¡ninguna! Por supuesto que todas intentamos hacer lo que nos parece mejor para nuestr@s hij@s, pero muchas veces no lo conseguimos, por diversos motivos, porque no podemos, porque estamos mal informadas, porque creemos que obtenemos un beneficio mayor en otro aspecto, por lo que sea, pero todas las madres hacemos cosas mal o cosas que no son lo mejor para nuestr@s hij@s, pero eso no nos convierte en malas madres.
Que dar la teta sea lo mejor para el bebé no convierte en mala madre a la que no la da, que la comida orgánica y ecológica sea lo mejor para un niño no convierte en mala madre a la que le lleva a una cadena de comida rápida de vez en cuando, que no se deba gritar a los niños no convierte en mala madre a la que pierde la paciencia y un día pega cuatro voces... Pero si normalizamos lo que no está bien, si ponemos todo en la misma balanza, si no somos conscientes de las cosas que podríamos mejorar, jamás podremos avanzar.
Dejar de machacarnos unas mujeres a otras, dejar de criticar la manera de vestir, los peinados, la vida que lleva cada una, como cría a sus hij@s, si trabaja o se queda en casa, si se separa o no e intentar comprender y apoyar a las demás, eso es sororidad y respeto, justificar lo injustificable, tener que callarnos cuando alguien pega a un niño o no poder decir nada cuando alguien decide "dejar llorar" a su hijo para que se duerma es dar un paso atrás, como escribían en la pedagogía blanca el otro día (http://www.pedagogiablanca.net/no-todas-las-opiniones-son-respetables/), no todas las opiniones son respetables, lo son las personas y debemos hacer todo lo posible por ayudarnos un@s a otr@s, pero no debemos caer en la trampa de lo "políticamente correcto" porque así no avanzaremos nunca.
La corriente de crianza respetuosa y consciente que está un auge estos últimos años precisamente lo que intenta es tomar consciencia de qué hacemos con nuestr@s hij@s, que hace nuestra sociedad y nosotr@s mism@s con nuestras mujeres, con nuestras madres, entrar en una dinámica de "no puedes decir que la teta es lo mejor porque me ofendes a mí que he tenido que dar biberón" o "yo le dejo llorar porque cada uno cría a sus hijos como quiere y no me digas que no es bueno porque no le estoy traumatizando" no es una actitud que nos saque de la situación social en la que vivimos. Realmente, ¿nos paramos alguna vez a mirar que tenemos alrededor? ¿De verdad creemos que vivimos en una sociedad que no está profundamente traumatizada y enferma? ¿De verdad no nos damos cuenta de que hay que hacer cambios y que esos cambios tienen que ser fundamentalmente en la educación de los niños de hoy, que serán los adultos del futuro? Yo creo fervientemente que así es, y creo que con sororidad, empatía y crianza consciente lo conseguiremos, a través del "respeto" entendido como hacer y decir lo "políticamente correcto" seguiremos como hasta ahora.
Mujeres, quereros, amaros, respetaros, haceros respetar, pero ayudaros unas a otras, sed sinceras con vosotras mismas y con las demás, y si creéis que algo no está bien o podría mejorar decidlo, desde el cariño y buscando ayudar, sin juzgar, pero no os calleis.

jueves, 28 de julio de 2016

Motivos de consulta en urgencias de pediatría (verano, vol. I).




Siempre que hablo con gente ajena al mundo sanitario sobre los motivos de consulta en el centro de salud o en las urgencias noto que piensan que exagero (bueno, a veces lo noto y a veces me lo dicen abiertamente), que los médicos somos unos quejicas pero que realmente nadie va a urgencias por gusto y si lo hacen es porque realmente piensan que su vida puede estar en peligro (o la de sus hijos) o que algo grave les pasa. No todo lo que llega a urgencias es por decisión de los usuarios, en ocasiones llegan cosas derivadas de los centros de salud que, en el caso de la pediatría, el hecho de no tener pediatras en muchas consultas de pediatría hace que el derroche de medios sea espeluznante.
En esta entrada voy a exponer los motivos de consulta que recogí durante una guardia (son poquitos porque son de una guardia de verano, por eso tuve tiempo de registrarlos). Prometo que no están sesgados, que no me he quedado solo con los que me han interesado, los que pongo son todos los que yo ví (no todos los que vinieron, que por suerte no estoy sola). Voy a copiar los motivos intentando no hacer valoraciones personales. Juzguen ustedes mismos.

- 13 años. Remitido desde su centro de salud (de su médico habitual) por dolor de cuello desde hace 2-3 días tras dormir en una mala postura.
- 9 meses. Remitida desde su centro de salud por fiebre de 39ºC, a la exploración presenta otitis.
- 5 años. Accidente de tráfico. No le duele nada pero la guardia civil le ha dicho que vaya al hospital.
- 8 años. Pérdida de peso desde hace 6 meses. Remitida por su pediatra porque no le dan cita en consultas del hospital hasta dentro de 3 meses.
- 4 años. Sangre con las deposiciones. Creen que tiene una fisura. Vienen al hospital porque no se llevan bien con su pediatra.
- 15 años. Dolor de cabeza y de tripa. Vienen porque hace unos meses tuvo convulsiones y después de la convulsión le dolía también la cabeza.
- 15 años. Golpe en las costillas con una barandilla.
- 4 años. Febrícula y vómitos desde el día anterior. No han ido al pediatra.
- 11 años. Dolor de garganta sin fiebre desde esa misma tarde.
- 12 años. Fiebre + dolor de cabeza desde hace 24 horas. Acuden a urgencias a las 23:30, no han ido al pediatra pero por la mañana han ido a urgencias de su centro de salud.
- 17 días de vida. Atragantamiento que ya está bien.
- 6 años. Picor anal.




jueves, 14 de julio de 2016

Porque me da la gana




Cuando era premamá primeriza y la gente me preguntaba si iba a dar la teta a mi hijo, yo contestaba con un tímido "si puedo si que me gustaría", dentro de mi una vocecilla decía "tú vas a dar teta y punto, se pongan como se pongan" pero ese intentar no parecer cabezota (los tauro me entenderéis) y que nadie se pensara que me iba a convertir en una hippie loca de la teta (jajajajajajajajajajajaja), hacían que diera una respuesta políticamente correcta. Pero lo cierto es que cuando nació David no me planteé ninguna otra opción, el alimento de mi hijo iba a ser la teta de su madre y punto, he de reconocer que no he tenido grandes problemas con ninguna de las dos lactancias, porque si con David lo veía claro, con Natalia ya lo ví cristalino.

Cierto es que por el hecho de ser pediatra muchos comentarios me los ahorro, pero las miradas de reprobación están ahí, dar teta a un niño que pasa el año no está bien visto socialmente (aunque por suerte cada día está más aceptado), pero a dos... Y que el mayor casi tenga 4 años... Uffff, eso es harina de otro costal... Así que cuando alguien me hace algún comentario o alguna insinuación o me pone caras raras, lo primero que hago es tratarles como si los locos fueran ellos, y luego intento dar alguna explicación en función del interlocutor que tenga delante. Pero me estoy empezando a cansar de dar explicaciones...

Podría decir que la OMS aconseja lactancia exclusiva hasta los 6 meses y luego complementada con otros alimentos hasta los dos años MÍNIMO, y luego hasta que la madre y el hijo quieran.

Podría decir que mis hijos tienen menos riesgo de alergias, intolerancias alimentarias, obesidad, DM, leucemias y otras muchas enfermedades (incluso podría decir que los niños alimentados con fórmula tienen más riesgo).

Podría decir que la lactancia les ha ayudado a no usar chupete y a no chuparse el dedo, con lo que tienen menos problemas con la posición de los dientes y con solucionar sus conflictos (algún día escribiré sobre esto), además de no tener dependencia por ningún objeto material a la hora de calmarse.

Podría decir que el tandem me ha ayudado a gestionar los celos del mayor hacia la pequeña, que el hecho de compartir algo tan íntimo los dos hace estén muy unidos.

Podría decir que olerles el pelo mientras se duermen en mi pecho es de las cosas más bonitas que me han pasado nunca.

Podría decir que al darles teta (y ponerles ciertas"normas" a partir de una edad) les enseño a respetar sus cuerpos y los de los demás.

Podría decir muchas cosas (pues no tengo rollo yo!), pero solo voy a decir una:
¡DOY LA TETA PORQUE ME DA LA REAL GANA! 

jueves, 7 de julio de 2016

CUANDO LO URGENTE NO ES LO IMPORTANTE, O COMO VIVIMOS LOS MÉDICOS LAS URGENCIAS






Según la R.A.E. (copio sólo lo que nos concierne):
- URGENCIA: Sección de los hospitales en que se atiende a los enfermos y heridos graves que necesitan cuidados médicos inmediatos.
- EMERGENCIA: Situación de peligro o desastre que requiere una acción inmediata.
Según la OMS:
- URGENCIA: Aparición fortuita en cualquier lugar o actividad de un problema de causa diversa y gravedad variable que genera la conciencia de una necesidad inminente de atención por parte del sujeto que lo sufre o de su familia. También lo define como la patología cuya evolución es lenta y no necesariamente mortal, pero que debe ser atendida en seis horas como máximo, para evitar complicaciones mayores.
- EMERGENCIA: Aquel caso en que la falta de asistencia conduciría a la muerte en minutos en el que la aplicación de primeros auxilios por cualquier persona es de importancia vital. También se dice que en una emergencia, la persona afectada puede llegar hasta a la muerte en un tiempo menor a una hora.
Aburridos estamos ya los médicos de explicar lo que es urgente y lo que no (claro, que si detrás viene la OMS diciendo que urgente es todo lo que el paciente considere urgente... vamos bien), de explicar que el sistema no es infinito y se colapsa, que los recursos son los que son, y que gastarlos en casos banales hace que no estén disponibles para las verdaderas urgencias... Y nada oye, que los servicios de urgencia siguen siendo un "24-hours full time consultorio free" para lo que usted precise, y rapidito que tengo prisa, que me he dejado las lentejas en el fuego...

Por eso he decidido escribir un post dando otro punto de vista a esto de las urgencias, voy a contar como funcionamos los médicos de guardia, que hacemos y que no hacemos, lo que nos gusta y lo que nos molesta, más por desahogarme que por otra cosa, pero bueno, por intentarlo que no quede... Voy a hablar de forma general de lo que yo he vivido hasta ahora, puede que en algunos hospitales se organicen de otra manera, pero a grandes rasgos las cosas son así en todas partes:

1.- Los médicos hacemos guardias de 17 horas los días de diario y 24 horas los festivos. Lo cual no quiere decir que los días de diario curremos 17 horas, quiere decir que las 8 horas de la mañana no se incluyen como horas de guardia. Así que si vais a urgencias a las 3 de la tarde os va a atender alguien que lleva 8 horas currando a sus espaldas, si vais a las 8 de la noche alguien que lleva 12 horitas de vellón... y así sucesivamente.

2.- Los cambios de turno se hacen a las 8 de la mañana, los fines de semana se suelen hacer algo más tarde (entre las 9 y las 10 según el sitio), en estos cambios de turno nos tenemos que contar lo que ha pasado durante las horas previas, si hay algún ingreso importante, si queda algo pendiente... Esta información es importante, y no se puede dar deprisa y corriendo en un pasillo. Si vas a urgencias justo en el cambio de turno con algo banal, probablemente te toque esperar (sin embargo si vas con una urgencia tendrás el doble de médicos para atenderte). Además, si vas un día de diario a urgencias a las 7:50 h (os soprendería la de gente que va a esta hora), en el mejor de los casos te tocará esperar al cambio de turno, en el peor te atenderá alguien que lleva trabajando 24 horas, un lujo vamos.

3.- Los médicos tenemos malas costumbres: como comer, hacer pis, lo que no es pis... Incluso a veces nos gusta dormir! si echamos cuentas, el horario de mañana es de 8 a 15:00, y la guardia empieza a las 15:00 hasta las 08:00 de la mañana siguiente... cuenta, cuenta, ningún descanso, ni para comer ni para nada. Cuando las guardias son malas o hay algún paciente crítico, ni se come, ni se cena ni se mea, pero creo que cualquiera comprenderá, que con estas jornadas maratonianas no vamos a dejar de comer por seguir viendo mocos a destajo. Así que si en algún momento a alguien se le ocurre la feliz idea de ir a urgencias a la hora de comer "porque así hay menos gente", que piense que por algo será... Seguro que algún iluminado está pensando "y se tienen que ir a comer todos a la vez?", reconozco que yo misma he pensado eso en alguna ocasión, y que hay días que nos tenemos que ir de uno en uno porque si no es imposible, pero hay servicios en los que solo hay un especialista trabajando, y hay días en los que sólo hablas con los pacientes durante las 24 horas del día, igual pedir media hora para comer y otra media para cenar tampoco es demasiado pedir.

4.- Seguro que a estas alturas estaréis pensando "mira que lista, pues para eso le pagan las guardias!", las guardias en teoría no son para trabajar, estamos por si pasa algo, por lo que nos pagan "por posibilidad de trabajo", apenas 20 euros brutos la hora, que se que con la que está cayendo no es para quejarse, pero desde luego si nos tuvieran que pagar por el trabajo que hacemos nos tendrían que pagar muchísimo más. Eso sin meternos en recortes, que en muchos hospitales, con las famosas 2.5 horas de más que han metido a los funcionarios, a muchos médicos directamente les han dejado de pagar las mañanas de los sábados, así, sin poder ni rechistar.

5.- En los hospitales en los que hay residentes en formación normalmente éstos están de "primera llamada", es decir, va a ser la primera persona que te vea. Un residente no está en urgencias para ver pacientes a destajo, sino para aprender, lo cual significa que va a tener que consultar manuales, libros, protocolos, bibiliografía... en ocasiones le va a llevar algo más de tiempo ver a sus pacientes, pero si se dedicaran a ver pacientes "a destajo", difícilmente iban a poder aprender mucho, verdad? Pues por desgracia esto es lo que habitualmente hay que hacer, porque es físicamente imposible atender a todos los pacientes que vienen a urgencias estudiándose bien sus patologías.

6.- El cuento de Pedro y el Lobo. Cuando en una guardia ves 300 gripes, no es difícil que el paciente que viene con una enfermedad grave, pero con síntomas de gripe, se vaya de alta con un diagnóstico de gripe. Esto es una de las cosas que más miedo nos dan a los médicos, que entre toda la "morralla" se nos cuele un paciente grave con los mismos síntomas, evidentemente intentamos evitar que pase, pero cuando las urgencias se convierten en un consultorio abierto las 24 horas, es inevitable que de antemano demos por sentado que lo que vamos a ver sea, probablemente, una chorrada.

En resumen, que me estoy extendiendo ya demasiado... Imagina un día duro de trabajo, de estos que sales extenuado, que lo único que piensas es llegar a casa y tirarte en el sofá porque no has parado en toda la mañana... Pues imagina que según termina esa jornada laboral maratoniana empieza otra exactamente igual, y que cuando termina esa segunda comienza una tercera. Ahora piensa que tienes que hacer ese esfuerzo varias veces al mes. ¿Agotador verdad? Pues ese es el día a día de muchos médicos en los Servicios de Urgencias. Y el problema no es que estemos cansados, el problema no es que queramos dormir y no podamos, el problema no es que nos paguen mal, el problema no es que al llegar a casa tengamos que decir a nuestros hijos que no podemos estar con ellos porque necesitamos dormir, no, el problema real es que cuando viene una urgencia de verdad, cuando viene un paciente grave que necesita que des el 200%, estás agotado, y eso no debería ocurrir, no puede ser que cuando una persona va a urgencias por algo realmente urgente, no se le pueda atender en condiciones porque los médicos están agotados de ver pacientes que perfectamente podrían haber ido a su centro de salud.

Se que mucha gente piensa que eso no es culpa de los pacientes, que las administraciones deberían poner más médicos, o que nos tomemos un café, pero que ellos van a seguir acudiendo a urgencias siempre que lo consideren (lo se porque hay quien ya me lo ha dicho), pero me gustaría que mis palabras sirvieran para que, cuando algun@ de los que habéis leído hasta aquí penséis en ir a urgencias, reflexionéis sobre estas palabras y penséis si realmente "lo vuestro no puede esperar".


COMENZAMOS!!


Llevaba tiempo queriendo abrir un blog sobre pediatría, o sobre crianza... No, mejor pediartía... No! Crianza! Qué corcho! (Ahora en casa sólo se dicen palbrotas como "corcho", "repámpanos" o "hijo de fruta"), puedo hacer un blog sobre las dos cosas!
Así que, ahora que ya soy pediatra y que ya soy madre (x2), como me sobra el tiempo, voy a poner en marcha este blog, con el que contaré mis impresiones sobre ser pediatra y sobre ser madre y seguro que sobre muchas otras cosas que se me vayan ocurriendo por el camino. Allá voy!